El primer Grand Slam de 2022 ha estado plagado de dramatismo en torno a la solicitud de visado del número 1 del mundo, Novak Djokovic.

En noviembre, los organizadores del Open de Australia confirmaron que todos los jugadores debían vacunarse contra el Covid-19, a menos que tuvieran una exención médica. El Gobierno de Victoria había declarado que, para poder acogerse a la exención, los competidores debían aportar pruebas de una "auténtica afección médica" que les impidiera recibir la vacuna.

Djokovic se ha negado sistemáticamente a confirmar si ha recibido la vacuna y se creía que era reacio a recibirla. Esto había puesto en entredicho su participación en el torneo, del que es nueve veces campeón. Sin embargo, el martes el Campeón de Wimbledon anunció en Twitter que se había beneficiado de una exención y que se le había concedido un visado.

Sin embargo, en otro giro argumental, los funcionarios de las fuerzas fronterizas del aeropuerto de Melbourne denegaron a Djokovic la entrada en el país al rechazar su condición de exento de vacunación. El serbio ha recurrido la decisión y el asunto se ha aplazado hasta el lunes, cuando se tomará una decisión definitiva. Mientras tanto, Djokovic ha sido trasladado a un hotel en cuarentena mientras su equipo hablará con las autoridades para intentar llegar a una resolución.

Sea cual sea el resultado, obviamente no es la preparación ideal para Djokovic, que esperaba batir su récord de 21 victorias.^st Grand Slam en Melbourne para superar a Roger Federer y Rafael Nadal en la clasificación de todos los tiempos. La polémica continuará durante los próximos días, ya que su puesto en el Abierto de Australia pende de un hilo.